miércoles, 20 de marzo de 2013

Pildora + 4: Aprender a Perdonar



Buenos y saludables días amigos!
Consciente de que la búsqueda de la felicidad es un objetivo humano fundamental, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar que hoy 20 de marzo sería el Día Internacional de la Felicidad.
Y aquí estoy desde El Caribe celebrando ese día! Si leéis bien… Pensé que sería una fantástica oportunidad celebrar este día tan señalado :)
Y os escribo este post en mi Blog hoy, día de la Felicidad, desde Ponce, Puerto Rico donde estaré por unos días como conferenciante invitada en el Congreso Nacional de Psicología Industrial y Organizacional.
Quiero dedicar la píldora + de hoy a una fortaleza muy especial que es el Aprender a Perdonar. Justo hoy en el día internacional de la Felicidad quiero recordar que perdonar a los demás es una de las acciones positivas que mas felicidad nos da, y a la vez, nos hace desprender energía negativa que tanto daño nos hace. Una vez escuché que un minuto de pensamientos negativos, nos genera 6 horas de toxinas en el cuerpo. Cuando perdonamos nos desprendemos de esas toxinas de modo inmediato porque la acción positiva del perdón implica suprimir o mitigar los deseos de venganza y represalia en respuesta a un abuso ya sea un insulto, una ofensa, una traición, que puede ser causado por favoritismo, violencia, acoso o retroalimentación destructiva por parte de algún familiar, amigos, compañeros de trabajo, jefe o los clientes.
La investigación científica señala que las personas que perdonan son más felices, saludables, agradables y serenas, así como menos ansiosas, deprimidas y neuróticas (McCullough, 2001). Por ejemplo, Hebl y Enright (1993) encontraron que un grupo de mujeres de edad avanzada, que se sentían perjudicadas por una experiencia interpersonal abusiva pero que aprendieron a perdonar, mostraron un menor nivel de ansiedad y unamayor autoestima.
¿Qué prácticas saludables podemos hacer al respecto? La investigación realizada por Sonja Lyubomirsky ofrece ejemplos de maneras de perdonar, por ejemplo:
    (1) Escribir una carta o un email de perdón a alguien que nos hizo daño. El simple hecho de escribir la carta, de narrar las propias experiencias al perdonar es beneficioso para uno mismo, psicológicamente hablando. La carta o el email puedes finalmente enviarlo al destinatario o no, ya que el beneficio ya lo tienes :). Si lo envías finalmente, también se sentirá bien el otro, iniciando quizá una espiral virtuosa de acciones positivas mutuas.
   (2) Empatizar con el "agresor" y concederle el perdón imaginariamente también tiene beneficios psicológicos. La empatía o capacidad para ponerte en el lugar del otro es una práctica muy útil en el desarrollo personal y la propia inteligencia emocional. El mecanismo psicológico subyacente a empatizar con el agresor es similar a escribir la carta o el email, ya que una se siente “aliviada” como si se hubiera quitado un gran peso de encima…
   (3) La práctica de la compasión hacia la persona que te hizo daño. Compasión no es lástima o pena por otro o por uno mismo (auto-lástima) sino amor hacia si mismo (compasión hacia uno mismo) o compasión hacia los demás, junto con un deseo de que el otro o uno mismo estemos libres de sufrimiento. Mediante la práctica continuada del Mindfulness o meditación de origen budista, es posible llegar a desarrollar esta fortaleza de carácter. Primero es necesario practicar al compasión hacia uno mismo como mecanismo para aliviar el sufrimiento psicológico, y luego, con la práctica la compasión hacia la persona que te hizo daño, para continuar con la práctica del perdón.
Es importante destacar que el perdón no significa olvido, ni liberación de culpa a quién nos hizo daño. Es un mecanismo que permite liberarnos del sufrimiento que dejó esa acción negativa en el corazón. Para alcanzar la calma y la paz interior, para ser un poco más felices amigos.
Mañana más y mejor. Y recuerda, no es magia, es investigación!
Smiling (:









miércoles, 6 de marzo de 2013

Pildora + 3: Gratitud




Buenos y saludables momentos amigos:
Quiero empezar este post expresando mi mas sincero agradecimiento a todos por la buena acogida que ha tenido mi Blog “Smiling (:” De verdad que me hacéis muy feliz. Gracias infinitas (:
Precisamente el post de hoy trata sobre la Gratitud. La emoción de gratitud se vincula al agradecimiento que es la conducta y acción de agradecer. Generalmente la persona que siente gratitud desea agradecer el beneficio recibido, que podemos expresar de diversas formas, desde una simple manifestación verbal (“Muchas gracias por …”), un email (“Te escribo para agradecerte por ….”), un regalo, un retwuit, un “me gusta” en Facebook...
Te aconsejo que inviertas en expresar gratitud hacia los demás. Esto te ayudará a saborear experiencias vitales positivas, reforzar su autoestima, y construir networking. Además es un buen antídoto a las emociones negativas o tóxicas porque no deja que se manifiesten, son incompatibles! ¿Por qué? porque el expresar gratitud te hace sentir emociones positivas como alegría, satisfacción, orgullo, aceptación… y estas bloquean el sentimiento y la expresión de las emociones negativas inhibiendo la sensación de la envidia, celos o ira. Es increíble ¿verdad?
Pero además la investigación sobre los efectos positivos de expresar gratitud revela que:
1) Se incrementa la felicidad en las personas que expresan estos sentimientos de gratitud (Seligman et al., 2005)
2) Estimula la conducta moral y prosocial, como ayudar y crear vínculos sociales (Grant et al., 2010)
3) Produce una cascada de beneficios psicológicos y sociales …
Este último efecto es el más sorprendente a mi juicio, porque la gratitud fomenta espirales virtuosas de positividad. Los estudios llevados a cabo por Bárbara Fredrikson en USA evidencian que la gratitud hace recíprocas las conductas bondadosas, refuerza las acciones morales de tipo social, y aumenta la experiencia de elevación (o el deseo de convertirse en una mejor persona) a través de espirales positivas de ganancias.
Te propongo dos actividades que puedes hacer para expresar gratitud y sentir sus efectos positivos. La primera la llamaremos “El email de gratitud”. Es sencillo. Se trata de escribir un email a una persona a la cual estás agradecido porque una vez hizo algo por ti, o porque es muy o fue muy importante en tu vida, y nunca le has expresado esa gratitud que sientes. Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies (Toepfer et al., 2012) reveló que escribir cartas de gratitud incrementó los niveles de felicidad y redujo síntomas depresivos en las personas que escribían esas cartas.
La otra actividad se llama “El diario de gratitud”. Esta actividad tiene efectos a mas largo plazo. Durante una semana, antes de ir a dormir escribe en un diario, puede ser en tu Smartphone (:, tres cosas por las que has estado agradecido en ese día (ej. una conversación agradable, una sorpresa positiva, que ha salido el sol, que estas vivo!...). En un experimento realizado por Martin Seligman se encontró que las puntuaciones de felicidad de los participantes aumentaron y continuaron aumentando a medida que se realizaban exámenes periódicos después del experimento. De hecho, se encontró que los mayores beneficios por lo general solían ocurrir aproximadamente seis meses después de comenzar el tratamiento. Este ejercicio tuvo tanto éxito que, aunque a los participantes salo se les pidió seguir con el diario durante una semana, muchos de los participantes continuaron realizándolo mucho tiempo después de que el estudio había terminado.
Te animo a que hagas tu diario de gratitud o escribe al menos ese email... Ya verás como te sientes muchísimo mejor al cabo de muy poco tiempo… 
Mañana más y mejor. Y recuerda, no es magia, es investigación!

Smiling (: