Hace tiempo que no publico en el blog y ya tenia ganas. Voy a
disciplinarme un poco mas en esto, lo prometo. Pero bueno he vuelto con ilusión y eso ha hecho que este post sea un poquito
mas largo de lo que es habitual en mi. Pero os aseguro que empecé y no pude
parar. Me apetecía mucho hacer un análisis del desarrollo de la Psicología
Positiva, objeto de este blog y que a la vez es mi pasión y leitmotiv. Así que allá voy: vamos a adentrarnos un
poquito mas en la Psicología Positiva sobre todo resaltando su madurez hasta el
momento y así quizá también podremos aclarar que es y que no es Psicología
Positiva. Voy a intentar ser lo menos técnica posible, ir a lo simple sin caer
en la simpleza (que es el riesgo a veces pero lo asumo con responsabilidad).
Desde que a principios de S.XXI surgió el apellido de “positiva” para un nuevo enfoque de la
Psicología ha llovido mucho hasta hoy día. Aunque es cierto que el término
“Psicología Positiva” ya lo encontramos en el libro de Abraham Maslow “Motivation and Personality”
publicado en 1954, en donde dedica un capítulo del mismo a la psicología
positiva; es cierto que el enfoque humanista impulsado por Maslow no está tan
fundamentado en la investigación como aquel nuevo impulso a una aproximación mas científica de la
Psicología Positiva encabezada por Seligman y Csikszentmihalyi allá por los
años 2000. A partir de estos años, el objetivo fue seguir buscando evidencias
científicas alrededor del mundo para dar respuesta a muchos problemas
personales y sociales desde una nueva mirada, que teniendo en cuenta lo que
funciona mal, se ancle en las fortalezas de las personas, los grupos, las
organizaciones y los países y comunidades para su desarrollo y potenciación.
Así, entre las primeras
definiciones de Psicología Positiva, no se puede dejar de citar a Martin
Seligman que en 1999 la definió como “el
estudio científico del funcionamiento humano óptimo”. Desde estos
planteamientos, el punto de partida de la psicología positiva incluía tres
aspectos: (1) una crítica a las insuficiencias del modelo médico actual de la
salud, (2) un acercamiento a los resultados positivos y (3) la firme creencia
de que tales resultados podrán, a largo plazo, ser más eficaces en la reducción
de los problemas psicosociales y en la ampliación de la salud en toda su
extensión. Los principales impulsores de este movimiento fueron Martin Seligman
y Mihaly Czikszentmihalyi, editores del número especial sobre Psicología
Positiva de la revista American Psychologist de Junio de 2000 que
marcó un hito en la historia de la Psicología Positiva a nivel internacional.
Seligman y Csikszentmihalyi (2000) sugirieron que el objetivo de la psicología positiva era “catalizar un cambio de enfoque
de la psicología desde la preocupación en solucionar únicamente las cosas que
van mal en la vida, a construir cualidades positivas” (p. 5).
Como decía antes mucho ha llovido hasta hoy. A nivel internacional la
creación de la IPPA (International Positive Psychology
Association, web: http://www.ippanetwork.org/ ) ha impulsado tanto la formación
especializada como la celebración de congresos y encuentros anuales sobre el
tema. En concreto en nuestro país se creo la SEPP Sociedad Española de Psicología Positiva (Web: http://www.sepsicologiapositiva.es/)
ya mas adelante, en 2011 a partir de un grupo de colegas de varias áreas de la
Psicología española. Desde esta sociedad científica, en nuestro país ya se han
celebrado dos congresos nacionales:
el primero en 2012 en El Escorial, y el segundo en 2014 en Oropesa del Mar. El
tercer congreso nacional se celebrará los próximos 21-23 Abril 2016 en Baeza
(Jaén). Los dos congresos anteriores fueron éxitos no solo por la calidad de
los trabajos presentados, sino por la pasión que investigadores y profesionales
de la Psicología Positiva derrochamos día a día. A modo de recordatorio, también
se celebró con gran éxito en 2013 las I Jornadas de Psicología Positiva en
Murcia, y las II Jornadas en Barcelona, los días 20 y 21 de Noviembre 2015.
Pero no solo eso, la calidad científica de las publicaciones de los investigadores españoles en Psicología Positiva
merece más que respeto. Se han defendido mas de una docena de tesis doctorales,
muchas de ellas con mención europea al doctorado, hemos llevado a cabo la
primera edición de dos Cursos de Experto en Psicología Positiva auspiciado por
la SEPP en la Universitat Jaume I, y un Master de Psicología Positiva en la
Universidad de Jaén, y presumiblemente otro Master de Psicología Positiva Aplicada (MAPPA) en la Universitat
Jaume I este curso próximo 2016-2017. Además, se siguen concediendo proyectos
de investigación científica para trabajar en las múltiples aplicaciones de la Psicología
Positiva.
Pero me gustaría hoy dar algunas pinceladas de por qué considero que
después de algunos años de despliegue científico en esta área, estamos
alcanzando una madurez que implica
cambios de enfoque y además la legitima para seguir buscando el conocimiento
científico. Por supuesto a esta
madurez no solo a contribuido la investigación científica sino las críticas constructivas que ha ido
recibiendo la Psicología Positiva a lo largo de estos años. Eso supone el
crecimiento también, mucha reflexión sobre lo que ha ido bien y como mejorar de
los errores.
A este respecto me gustaría señalar que mucha gente opina sobre la Psicología, y en particular, sobre la
Psicología Positiva sin saber lo que es. Cuando hablan de resultados de
investigación .... ¿En qué revistas o libros miran? ¿Van a los artículos
publicados en revistas de impacto o van a los libros de autoayuda barata con
firmes objetivos comerciales? Es que esto último no es psicología positiva, no
se basa en los resultados en la investigación científica y esto debe conocerse
porque si no las críticas a la psicología positiva no están bien fundamentadas.
Luego tenemos además que muchos
conceptos que utilizamos en psicología son de uso común como felicidad,
optimismo, personalidad… Esto está bien, pero cuando se mezcla el sentido
común con la ciencia psicológica a veces el resultado es un poco caótico. A
esto se une que algunas personas, sin formación psicológica ni específica de
Psicología Positiva opinan sobre ello, quieren llevar la razón y además
publican al respecto! No se les ocurre hacerlo respecto a diagnosticar una
parálisis cerebral o una neumonía atípica.
Por aclarar un poco, por ejemplo con uno de esos conceptos de uso
común desde la Psicología como es la 'felicidad’.
Esta no es la mera satisfacción de necesidades sin esfuerzo, sin tolerancia a
la frustración, sin coraje para afrontar adversidades. Hay otros conceptos de
Felicidad. La felicidad auténtica, la
sostenible en el tiempo tiene un sentido más amplio, si queremos eudaimónico
(de Eudaimonia en sentido
Aristotélico como felicidad en la plenitud del ser y la práctica de las
virtudes y la búsqueda del significado y sentido) en el sentido de conocer las propias fortalezas y ponerlas
al servicio de algo que nos trasciende. Es la felicidad mas relacionada con
la congruencia con los propios valores, el significado de la vida, las
necesidades humanas básicas y la conexión con los demás. Tradiciones desde la teoría
de la autodeterminación de Ryan y Deci (2000) o la teoría de Ryff y Keyes sobre
bienestar psicológico (1995), vendrían a apoyar este concepto de bienestar o
felicidad mas inclusivo, mas amplio, no solo centrado en lo hedónico de la
búsqueda del placer y evitación del dolor o encontrar la felicidad en
incrementar las emociones positivas reduciendo o eliminando las negativas. Para
mí, esta felicidad es lo que desearía para nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos. Y si ese camino lo construimos con alegría y dando sentido a
nuestras vidas pues doblemente preferido. Y esta no sólo depende del esfuerzo
personal, que también, si no de crear
contextos y ambientes más saludables. Esto es lo que nosotros promocionamos
por ejemplo en las organizaciones saludables desde cambios culturales y estilos
de liderazgo que tienen que ver, y mucho, con el 'contexto'.
Me gustaría en este post dar algunas ideas de, en base a los años
transcurridos de investigación seria y críticas constructivas, cómo ha madurado
la Psicología Positiva. En primer lugar, y siento ser reiterativa en este
sentido, quisiera señalar que la Psicología
Positiva es Psicología y como tal
utiliza el método científico basando sus raíces y fundamentado sus
objetivos en el conocimiento y la investigación científica. Respecto al objeto de estudio, este es transversal
a diversas áreas y campos de aplicación de la psicología (la salud, el trabajo,
las organizaciones, el deporte, el tiempo libre, etc.), y se focaliza mas en
las experiencias positivas, las fortalezas psicológicas y las colectividades
positivas en diversos contextos y aplicaciones. En este sentido, su objeto de estudio se focaliza en lo
“positivo”. Ahora bien, es importante clarificar que lo “positivo” va mas
allá de lo puramente hedónico o placentero. En este sentido, y de acuerdo con
Pawesky (2016), quizá el rasgo característico de la Psicología Positiva es su
interés por lo “positivo” pero no desde
una perspectiva “simplista” sino entendiendo por “positivo” básicamente con
dos significados: uno mas tradicional que se relaciona con la presencia de algo
que por su cualidad es positivo como la serenidad, la alegría, las relaciones
positivas con los demás, etc. y otro significado, mas novedoso que tiene que
ver con la preferencia, con algo que es bueno y tiene un sentido de progreso o
proliferación.
Es cierto, que al menos en los inicios
de la psicología positiva había un marcado énfasis por estudiar solo los
aspectos positivos del funcionamiento humano y social tratando temas de
contenido positivo como las emociones positivas, las fortalezas del carácter o
el flow. Este énfasis quizá en un inicio de solo estudiar los constructos
positivos o el “lado brillante de la naturaleza humana” ha sido llamado por
algunos autores como la Primera Ola de la
Psicología Positiva (Lomas e Ivtzan, 2015; Wong, 2011) y que surgió como un
particular tipo de antítesis a la tradicional psicología mas centrada en las
patologías, los traumas y los problemas. Como una antítesis a esa tesis mas
tradicional. No obstante, las críticas a solo focalizarse en los aspectos
positivos, o a que incluso lo positivo podría llevar a lo negativo (ej., un
exceso de optimismo podría llevar a conductas de riesgo) o lo negativo a lo
positivo (ej., una enfermedad grave podría incrementar el sentido de la vida o
la espiritualidad), han hecho que la Psicología Positiva se ha ido
desarrollando de manera muy retadora.
Lo que parece claro es que con el tiempo, la Psicología Positiva ha
ido madurando y se ha ido ampliando su
objeto de estudio, incluso el concepto y contenido mismo de lo que
entendemos por “positivo” que no solo es aquello relacionado con lo hedónico,
sino que incluye un bienestar mas eudamónico como comentaba anteriormente, y
que la valoración de lo positivo depende
mucho del contexto por ejemplo. Lo positivo no es meramente un complemento
de lo negativo, sino que va mas allá como un interés genuino en comprender y
descubrir las bases del desarrollo humano y social, además con un enfoque práctico
enfatizando la idea de poder construir las bases para vivir una vida auténtica
y plena de sentido y significado, pero aceptando lo negativo como parte de la
misma. Desde mi perspectiva, creo que este concepto mas amplio del objeto de
estudio de la Psicología siempre ha estado ahí latente, y además incluido en
los modelos de Bienestar y Felicidad como por ejemplo el modelo de tres vías de
Seligman o mas adelante el concepto de Florecer que es mas inclusivo.
En todo caso, lo positivo
no debería definirse solo como “placentero” sino también como aquello que promueve el funcionamiento
óptimo, el progreso y el desarrollo (Tamir y Gross, 2011). Por ejemplo,
algunas emociones y situaciones no tan placenteras (tristeza, inquietud,
perseverancia, etc.) pueden ser importantes en la consecución del bienestar, el
desarrollo personal y profesional, las relaciones familiares, el avance de las
sociedades, etc. El mismo concepto de resiliencia
o el de crecimiento post-traumático conllevan en el mismo proceso la
existencia de eventos estresantes y/o traumáticos para que surja como
consecuencia la posibilidad de seguir teniendo un funcionamiento positivo e
incluso salir fortalecidos tras el trauma. O por ejemplo, la idea de “buena vida” como objeto de estudio de
la psicología positiva no es solo cultivar gratitud u otras fortalezas del
carácter, desarrollar optimismo o tener experiencias de flow, sino también
tiene que ver con un afrontamiento positivo al tratar con la culpa, el disgusto
o la envidia.
Precisamente por el sesgo tradicional de la ciencia psicológica en el
estudio de los traumas, los trastornos y las patologías, la Psicología Positiva,
pretende estudiar también el bienestar y la felicidad de las personas, los
grupos y las organizaciones. Aunque este sesgo negativo de la psicología fue el
origen de ese cambio de mirada de la psicología hacia lo positivo, aún hoy día en
una búsqueda que he realizado este mes
(Abril de 2016) sobre artículos publicados en revistas con revisión de pares en
las bases de datos PsycNET se observa un énfasis mayor en publicaciones sobre
constructos negativos vs. positivos. Los resultados buscando la palabra
clave en el título del artículo, muestran que hasta 2016 se han publicado 52.411
artículos sobre “depresión”, 44.014 artículos sobre “estrés” y 32.790 sobre
“ansiedad”. Pero, ¿qué hay sobre el conocimiento científico de las condiciones
personales, sociales y organizacionales que ayudan a incrementar el
crecimiento, el bienestar psicosocial, la motivación y la conducta prosocial,
entre otros? En este sentido, en la misma búsqueda encontramos que aunque sobre
“satisfacción” se han publicado algunos artículos más (16.040) no es tanta la
publicación de trabajos sobre “felicidad” (1.969), “optimismo” (1.476),
“disfrute” (550) o “gratitud” (363). La ratio es que aproximadamente por cada
artículo publicado en “positivo” se han publicado seis artículos en “negativo”.
Estos resultados siguen mostrando claramente una realidad que ya se hacia
patente en los inicios de la Psicología Positiva a principios del siglo XXI: la
psicología trata con las 4 D (en Inglés: Diseases,
Disorders, Damages and Disabilities) (Salanova y Schaufeli, 2009) mas que
sobre fortalezas, competencias, u organizaciones saludables.
No obstante, y en gran parte como consecuencia de este movimiento
hacia el estudio científico de lo “positivo” (en sentido amplio) y sus
aplicaciones, se ha acumulado evidencia
empírica y tenemos mas conocimiento sobre cuáles son los rasgos y características que hacen que unas personas
estén más satisfechas con su vida que otras, que tengan mayores niveles de bienestar psicológico,
estilos explicativos más optimistas de sus circunstancias, y un largo etc.
Pero además, es muy interesante porque empezamos también a recopilar evidencias
aplicadas de cuáles son los factores que
facilitan que una persona, grupo u organización se desarrolle de manera
positiva bajo condiciones de estrés o crisis (resiliencia) o que incluso salgan
fortalecidos después de un trauma/crisis (crecimiento post-traumático), o
cuáles son las prácticas saludables
que ponen en marcha las organizaciones que hacen que sus trabajadores y equipos
sean mas saludables y resilientes y como consecuencia tengan mejores sus
niveles de desempeño y calidad del servicio.
Finalmente, otro aspecto que caracteriza esta madurez de la Psicología
Positiva actual y está desarrollando su propia identidad es su carácter multidimensional e interdisciplinar.
Aunque en un principio se caracterizó por su énfasis en el individuo e incluso
las intervenciones positivas eran individuales y con un marcado interés por la
psicología clínica, actualmente estamos asistiendo a un despliegue del estudio multinivel del bienestar, esto es, de la bases
colectivas del bienestar psicosocial en equipos de trabajo y organizaciones,
las mejores prácticas en la educación para promover el aprendizaje y el
bienestar individual y colectivo, y el estudio de constructos colectivos como
son el engagement en equipos, la resiliencia organizacional y las emociones
positivas colectivas por citar algunos temas de interés actual. Finalmente
en los temas digamos más centrales de su interés como son el bienestar y la
felicidad, las fortalezas del carácter, el optimismo, la resiliencia, el flow,
la educación positiva, las terapias positivas, o las organizaciones y
comunidades positivas, son ejemplos claros de que no son propios de una única
área de la Psicología sino que se
desarrolla en las distintas áreas y sub-disciplinas de la Psicología.
Ejemplos de esta multidisciplinariedad de la Psicología Positiva los
tenemos también en las revistas
específicas del ámbito como The
Journal of Positive Psychology que surge en 2006, con un factor de impacto
actual de 1.9 y situada en el cuartil 2 está dedicada a la investigación básica
y la aplicación profesional de los estados óptimos de funcionamiento y
desarrollo humano, así como a la promoción del bienestar. Incluye trabajos de psicología
positiva en distintas áreas de la Psicología (e.g., social, personalidad,
clínica, del desarrollo, salud, organizacional). La revista Applied Psychology: Health & Well-Being
con un factor de impacto actual de 1,75 y situada en el cuartil 2, aborda
temáticas sobre las mejores prácticas en la aplicación de la psicología a la
promoción del bienestar y el funcionamiento óptimo desde diversas perspectivas
y áreas de la psicología como la clínica, salud, consejo, educativa, deportes,
ambiental, etc. Otras publicaciones se centran en aspectos concretos de la
psicología positiva. Tal es el caso, por ejemplo, del Journal of Happiness Studies con un factor de impacto actual de 1.68
y situada en el cuartil 2 que se centra en el estudio científico del bienestar
subjetivo desde evaluaciones subjetivas del bienestar (ej., satisfacción con la
vida) hasta disfrute afectivo de la vida (ej. A nivel de estados de ánimo,
emociones). Finalmente, destacar la revista Journal
of Positive Behavior Interventions
que con un factor de impacto de 1,40 se sitúa en el cuartil 2 también y trata
sobre principios basados en la investigación para dar apoyo a la conducta
positiva y adaptación conductual en diversos contextos como la escuela, familia
o comunidad.
En este sentido, ese auge en la productividad científica de la
psicología positiva también ha influido indirectamente en cómo se están llevando a cabo las intervenciones en los diversos
contextos sociales y económicos, ¿qué enfoque se le da a las intervenciones
en el ámbito aplicado por los profesionales? ¿Es un enfoque mas centrado en
reparar los problemas, lo que funciona mal? ¿O es mas promotor de la salud y el
bienestar? Este sin duda es un debate interesante y que en si mismo llevaría a
realizar otro post sobre la efectividad de las intervenciones positivas y sus
resultados a día de hoy. En resumen, entiendo que la Psicología Positiva esta alcanzando madurez
como área de interés científico en respuesta a la investigación creciente y la
reacción a sus críticas constructivas. Desde mi punto de vista, la Psicología
Positiva en la actualidad tiene un carácter mas inclusivo, reconociendo la
dificultad de delimitar que es lo “positivo”, con una mirada mas amplia al
estudio del bienestar que por supuesto lleva implícitas experiencias negativas,
con la idea de que positivo y negativo tienen que ver mas con la
“funcionalidad” de los conceptos que con su preferencia o valor, que tiene un carácter
marcadamente multidisciplinar, multidimensional y transversal a muchas áreas y
ámbitos de estudio donde la psicología como ciencia y profesión tiene mucho que
decir y aportar, y que la Psicología Positiva contribuye con su granito de
arena a desarrollar intervenciones con un foco en lo “positivo” (en un sentido
amplio) para contribuir no solo al conocimiento científico sino también a desarrollar personas, grupos,
organizaciones y comunidades con mayor conciencia y madurez psicológica y
social.
Y recuerda, no es magia, es investigación (:
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10.1080/17439760.2015.1137628
Lomas, T. & Ivtzan, I. (2015).
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Rusk, R. D., &
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Ryan, R. M., &
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Ryff, C. D., &
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Salanova, M. y
Schaufeli, W.B. (2009). El engagement de
los empleados. Cuando el trabajo se convierte en pasión. Madrid: Alianza
Editorial. ISBN 978-84-206-6854-3
Seligman, M.E.P. y Csikszentmihalyi, M.(2000).
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Fredrickson, B., Rathunde, K., Csikszentmihalyi, M., & Haidt, J. (2000). Akumal Manifesto. Ver en: http://www.ppc.sas.upenn.edu/akumalmanifesto.htm
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Gross, J. J. (2011). Beyond pleasure and pain? Emotion regulation and positive
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Wong, P. T. P.
(2011). Positive psychology 2.0: Towards a balanced interactive model of the
good life. Canadian
Psychology/Psychologie Canadienne, 52(2), 69–81.
Interesante revision del estado de la Psicologia Positiva y su evolución, que ha dado lugar al estado en que se encuentra hoy. Y no es magia!
ResponderEliminarGracias ! A veces es importante parar, observar y reflexionar sobre dónde estamos y hacia dónde vamos
EliminarGracias por el artículo :) Hay que seguir construyendo una psicología positiva científica!!
ResponderEliminarPor supuesto que sí Claudia! Gracias
EliminarExcelente compilación de conceptos y cronología de la evolución de la psicología positiva, me gustaría compartir un poco contigo sobre un tema de investigación que estoy adelantando en colombia sobre el bienestar psicológico desde las dos vertientes la eudaimónica y la hedonica.
ResponderEliminarHola y gracias. Me puedes escribir a salanova@uji.es
EliminarSaludos
Muy interesante revisión Marisa, dejas bastante claro "como vamos" en el desarrollo de la psicología positiva. Personalmente aspiro a que en un futuro no tan lejano ésta sea LA psicología, así, sin apellidos, que aborde al ser humano en toda su complejidad y le permita encontrar las llaves de su bienestar, independientemente de su condición vital.
ResponderEliminarHubo un tiempo que pensaba así también. Pero al ritmo que avanza el conocímiento científico todavía la falta de equilibro es evidente!
EliminarGracias
Magnífico artículo documentado sobre Psicología Positiva. Estamos empezando a darle importancia al ser humano visto desde su perspectiva positiva y no patológica. Felicitaciones, es un aporte impostergable.
ResponderEliminarSaludos desde Piura, PERÚ
Saludos hacia Perú! Gracias por tus comentarios
EliminarMuy interesante e ilustrativo, Marisa. Muchas gracias por escribir y compartir. Son tantos los asuntos que mencionas que aventuro unas cuantas horas de conversación y sincronización conceptual y vivencial; le pido al universo que llegue ese momento. De nuevo, gracias ;)
ResponderEliminarGracias a ti Carlos por tus aportes y palabras llenas de cariño !
EliminarUn abrazo y si hay mucho que hablar ...
Muy interesante e ilustrativo, Marisa. Muchas gracias por escribir y compartir. Son tantos los asuntos que mencionas que aventuro unas cuantas horas de conversación y sincronización conceptual y vivencial; le pido al universo que llegue ese momento. De nuevo, gracias ;)
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